Georgina es una artista de la Ciudad de México, México, donde los estereotipos del artista no se acuerdan necesariamente con los principios de vivir el evangelio. Ella trabaja para representar los principios del evangelio a través del arte abstracto. (Click here to read the interview in English.)

De verdad me sorprendió mucho esta invitación a platicar de mi trabajo. Estoy muy contenta por esta exposición. Soy de la Ciudad de México, aquí vivo, acá tengo mi estudio, mi familia, mi trabajo.

Georgina Bringas

En la exposición de Work and Wonder (Una obra maravillosa y un prodigio: 200 años de arte de Santos de los Últimos Días), tengo una instalación de cintas y está siendo exhibida en el Museo de la Historia de la Iglesia en la manzana de Temple Square. Mi esposo también tiene una pieza expuesta. Tengo más de cuarenta años de miembro de la iglesia y nunca había entrado al Concurso Internacional de Arte de la Iglesia. Siento que mi obra no encaja con el concepto de arte que tiene el concurso, que es más como social; o más antropológico de realizar costumbres y creencias. Pero me quise hacer el intento porque siento que mi trabajo se está conectando más con las cosas que creo y con principios. Así me puse en contacto con Glen Nelson.

Me escribió que mi trabajo no encajaba de cien, pero le llamó la atención y empezamos a estar en contacto a escribir, e hizo una exposición en el Center for Latter-day Saint Arts (El Centro de las Artes de Santos de los Últimos Días) en la ciudad de New York. Nos invitó a un podcast y nos entrevistó, nos preguntó qué hacíamos en México haciendo arte, no es algo muy común y menos miembros de la iglesia y menos arte contemporáneo. Y a partir de esta relación, Glen nos invitó a esta exposición que para mí me emociona muchísimo. Me conecta con lo que creo y lo que hago.

Eso es lo que me fascina tanto de su historia- de ti y de tu esposo, que muchas veces creo que sabemos lo que es ser mexicana, y lo que es ser mormona, y lo que es ser artista, pero esa combinación de las tres cosas- que interesante para ustedes. Y me encanta lo que has dicho de ver las raíces o reflejos de sus creencias, lo que valoran, en su arte.

Sí. Justo yo siempre pensé que mi obra no encajaba en este concurso, pero sí sentía que tenía una conexión con el evangelio. Pensé que al mejor no es que sea lo más tradicional, pero mi trabajo sí tiene, siendo honesta conmigo misma, tiene mucho que ver con lo que creo. En la Iglesia somos raros y en el arte somos raros porque somos mormones y familias. En México los artistas son muy de fiestas y de tomar alcohol, de drogas. Entonces, es interesante, pero si, mi testimonio ha crecido mucho porque he visto mucho crecimiento en mi trabajo a través de exposiciones como esta.

Esta pieza expuesta en el Museo de la Iglesia fue la misma que expuso Glen en Nueva York. Y la intención es que sea algo que comparta con nosotros esta temporalidad. Son cintas de video pegadas una junta otra como una cortina y atrás tiene ventiladoras que hace que vibre un poco, entonces se mueven pero no se nota tanto el movimiento. El título es “Vibra y late en el tiempo.” Basado en una cita del Presidente Nelson que dice que donde se halla la sabiduría y cita en una escritura de la Biblia: “Vuelvo a hacer esa misma pregunta que hizo Job: ‘¿dónde se hallará la sabiduría?’ (Job 28:12.) La respuesta es: emana del Señor…Cuando aumenta nuestro amor por Dios, también se incrementan la sabiduría y la luz divina…Vibra y late en la luz de la verdad que proviene del Señor. Con esa luz Él nos eleva hacia la vida eterna.” (Russell M. Nelson, “¿Dónde se halla la sabiduria?” Conferencia General octubre 1992)

Estamos moviéndonos a través del tiempo y del espacio- es darle énfasis al tiempo que pasamos en esta tierra. Cada minuto que transcurre, todo lo que nosotros estamos haciendo pues tiene como un sentido. Soy maestra de seminario ahora entonces yo les digo a los chicos lo que dice Alma en Alma 34, que esta vida es una en que tenemos que aprender que cada minuto cuenta. Añadí un poco de movimiento a la obra para que pudieran hablar del tiempo porque el tiempo es un concepto muy importante en el evangelio para mí. El tiempo siento que es como la manera en la que espacio que tengo en que puedo demostrar lo que soy y lo que creo, lo que quiero aprender. Siento que es parte de mi misión como artista y mi intención es que revelan cómo es el transcurso. Les da una intención, como un reloj, algo que está marcando los segundos.

Mi esposo y yo estudiamos arte desde la universidad y desde entonces hemos estado exponiendo. Mi esposo no era miembro de la iglesia cuando nos casamos. Su visión del arte, su forma de ser me interesaba. Ya cuando nació nuestro primer hijo él se bautizó en la iglesia. Para mí fue algo muy coherente, porque él tenía ya un fondo espiritual. Ricardo y yo no trabajamos juntos, pero en nuestras carreras nos apoyamos. Siento que hay un cliché del artista que es muy mundano, como sumamente corrupto, que se someten a todos los placeres del mundo porque el artista debe ser sensible.

Pero creo que hemos aprendido a ser más pacientes, porque al mejor no es que lo vayamos a vender por muchísimas piezas, pero para mi es algo que siento que es un privilegio. No nos falta, pero tampoco es que vendamos demasiado. En la iglesia hemos aprendido que como artistas hay cosas que no podemos hacer, cosas que a mi no me interesan. Mi opinión es sólida y real. Siento que es un privilegio tener ciertos valores y principios y mi fe que me ayudan a tenerme incluso como artista. Mis piezas hablan de lo mismo que desde hace veinte años, solo que de diferentes formas. Están basadas en algo que para mí es muy importante y es parte de lo que vivo y creo.

Georgina Bringas Art

¿Cómo empezó a interesarse en el arte, y como conoció la Iglesia?

Mi mamá se acercó a la iglesia por una amiga donde trabajaba, y yo tenía ocho años cuando nos bautizamos, mi mamá y mis cuatro hermanos y yo. Mi papá también se bautizó, pero él tenía problemas con el alcohol, y falleció a los seis meses de que nos bautizamos. Estaba muy chica para entender muchas cosas, pero el evangelio se volvió como mi hogar, como yo me sentía a salvo. Sentía tranquilidad a pesar de que subieron muchos desafíos. Más adelante, como a los 12 o 14 años, conocí a un amigo de mi hermana que estudiaba arte y él iba a museos con mi hermana y me invitaban. Entonces, fui a un museo aquí en la Ciudad de México y vi una exposición de un artista inglés que se llama Andy Goldsworthy que son instalaciones muy chiquitas. Cuando vi esa pieza, tuve la impresión espiritual de que quería hacer algo como eso. Con el paso del tiempo empecé a buscar artistas y investigué esto del arte contemporáneo.

Sabía que tenía una conexión especial. Me di cuenta de que había un ambiente difícil, y entonces yo sabía que si quería ser artista tenía que también tener claro seguir en la iglesia. A la mitad me fui a la misión. Paré porque necesitaba un respiro, y fue una oportunidad de tener una visión todavía más fuerte de que sí era mi camino, pero tenía que mantenerme también en lo que yo quería sentir al terminar la misión. Traté de llevar al arte mi crecimiento en la iglesia, entonces traté de mantenerme. Siento que Dios ha estado allí, que el señor sabe que me interesa y me ha ayudado a tener muchas enseñanzas, muchas revelaciones personales a través de la obra, muchos momentos de tranquilidad de mucha profunda reverencia trabajando. Representa una forma de comunicarse y de poder expresarme. Y eso es algo que no tengo manera de agradecer ver mis piezas y ver algo allí de lo que pienso y yo creo. A veces los artistas me dicen, “Tiene que ver con conceptos minimalistas…visualmente es muy formal…parecen espejos” me citan artistas. Sí, tienen eso, pero lo que les digo también tiene una trascendencia espiritual. Justo en estos últimos años me había dado cuánto, y creo que esto es la parte más valiosa de exponer, porque me permite entender mi arte en este contexto.

¿Usted aprende algo de su arte cuando tiene que poner en palabras lo que representa para usted? ¿Es como un testimonio que a veces encontramos al compartir?

En una obra puedo empezar con entender los conceptos y el material. En el caso de la cinta de video, ¿por qué elegí ese material- ¿porque me gusta? ¿Por qué me parece bonito? Por horas estás pegando hilos de tiempo en un bastidor y me doy cuenta de que tienen que ver con el pasar del tiempo. Esto me parece muy poético. Creo que un artista tiene preguntas y las preguntas se resuelven con una obra. A veces da pie a otras preguntas, y esto me gusta porque creo que en el evangelio es igual. A veces no tenemos claridad y no tenemos la respuesta, no todo el conocimiento como en una visión. Llega a gotitas; y uno tiene ciertas impresiones. Comparo mucho mi trabajo con el evangelio, siento que de esta manera se entiende. Todos los miembros deben ser artistas porque hay un proceso muy personal, la manera de trabajar es autorreflexiva. Es de hacerse preguntas, estamos siempre evaluando y justo siento que el evangelio es así. La santa cena es una evaluación cada semana. Estamos preguntando ¿dónde estoy? ¿Qqué me falta?, ¿qué aprendí? En el arte pasa mucho este proceso. Son muy paralelos. No sé si entiendo el arte a través del evangelio o el evangelio a través del arte, pero creo que son simbióticos.

Georgina Bringas Art

En realidad, lo que tiene que hacer con el arte es conocerse a usted misma, y es lo mismo con el evangelio.

A través de entender el arte, puedo ver la perspectiva de los demás y eso es muy interesante. El arte contemporáneo puede tener muchas lecturas, pero es muy valioso cuando uno le da una lectura personal. Me doy cuenta que como artista podemos hablar de cosas transmisibles, pero también aprender de ellas. Creo que el arte tiene muchas posibilidades de hablar a nivel sensorial, emocional, con otro lenguaje, eso también me gusta.

Eso me encanta también, que es otro lenguaje. Podrá comunicarse con personas de todo el mundo que no hablan español. No hablan inglés. Al ver su arte, va a poder comunicarse sin palabras con ellos.

Exacto, porque pienso que es un lenguaje, es como italiano, les digo a mis hijos- tal vez no entiendas lo mismo tu y alguien más, lo que importa es la impresión que te da. Lo que diga el artista tampoco importa. Importa la impresión que me da. Se comunica a nivel emocional y sentido, y es un lenguaje plástico. Tiene muchísimo alcance. Me ha gustado mucho entender mi trabajo desde lo que creo porque me da mucha emoción pensar que puedo compartir. Me enfoco en que mi trabajo sea muy limpio, que tenga muy pocos elementos para que pueda ser preciso y compartir un mensaje.

Dijo antes tenía dudas de encajar en el otro arte de la Iglesia, pero ahora que está hablando, el arte contemporáneo encaja aún más en una colección de la iglesia porque nos toca a un nivel emocional.

Yo he dado clases en cómo entender el arte contemporáneo, y cuando vamos a un museo, los adultos dicen, no lo entiendo, ¿qué quiere decir? ¿Qué me está enseñando? ¿Cómo debo sentirme? Con los niños, no tienen ese prejuicio de interpretar y preguntar. El arte nos vuelve humilde. En frente de una obra, tenemos que observar. Quizá no la entiendo, no lo conozco, pero no por eso puedo descalificarlo. Si estamos suficientemente atentos, el arte nos puede enseñar mucho de la condición humana. De no esperar a que me indiquen cómo sentirme, que me digan qué tengo que hacer.

Requiere más trabajo de contemplación y de conocerse. Ahora que estoy enseñando seminario, niños de 14 a 18 años, les digo este evangelio no es para sentarse y escuchar. Justo el evangelio es como la pregunta de Moroni vayan y pregunten. Nadie les va a decir la verdad hasta que nos acerquemos. Cuando hagamos ese esfuerzo, llegará una respuesta. No estoy tratando de comparar lo que hago con su debida proporción, pero a veces la vida nos requiere que hagamos un esfuerzo extra para encontrar algo. En el arte hay un proceso como espectador también- uno tiene cierto proceso a contemplar las obras. Al mejor nunca se acaba. En el evangelio, todo es a través de procesos. Nada es inmediato, nada va a pasar en seguida. Eso creo que me ayuda a entender que también en mi trabajo como mamá, como hija, hermana, todos esos procesos son parte de mí, y no puedo negarlo ni puedo acelerarlos.

Georgina Bringas with Her Art

¿Hay algo más que quiere decir a las hermanas en el mundo de cómo ha encontrado su camino de ser discípulo de Jesucristo?

Como mamá, misionera, líder, y con mis llamamientos, he aprendido que el Señor nos enseña de una forma muy especial, muy amorosa, muy delicada. Sabe que podemos percibir entre líneas. Yo he aprendido que es así en el arte también. Si nos damos la oportunidad de entender algo que parece un desafío, podemos encontrar maneras de acceder por señales simples al corazón y mente. Yo diría que estemos abiertas, que nos mantengamos perceptivas. Que no descalifiquemos a pesar de que parezca completamente distinto a mi o lo que a mí me gusta o lo agradable. A veces necesitamos ampliar la mirada para poder entender a profundidad y sacar algo que me va a dar a mi algo que me va a enriquecer. Yo les digo a mis hijos en el museo que de cada pieza debemos encontrar algo que sea como valioso. Igual de cada persona y cada situación. Yo creo con sinceridad en mi corazón, el arte puede ser una herramienta para hacernos más humildes y cercanas a Dios.

AT A GLANCE

Name: Georgina Bringas
Age: 50
Location: Mexico City
Marital history: Married and sealed 2017
Children: 2
Convert to Church? (date): yes, January 1985
Education: bachelor degree
Occupation: artist and teacher
Languages spoken at home: Spanish, a little bit of English
Favorite hymn: In our hymnal: If I Listen With My Heart
Website(s) and/or social media: www.georginabringas.com

At A Glance

Entrevista producida por Jenny Willmore